Esta humanidad tiene ansias de justicia: Fidel Castro Ruz
Fue un 25 de noviembre de 1956, en el puerto de Tuxpan, Veracruz, cuando abordo de la embarcación Granma Fidel Castro inicio el viaje a la libertad, aquella noche caía un torrencial aguacero y el comandante cubierto con una capa esperó a cada uno de los participantes de esa aventura.
Ahora, 60 años después, 25 de noviembre de 2016 inicia su viaje a la eternidad, murió cuando quiso y no cuando sus enemigos querían, sobrevivió a más de 600 intentos de asesinato, y enfrento al poder estadounidense como un titán.
Líder por naturaleza, revolucionario por convicción y aguerrido defensor de ideales, ese era Fidel, “El Comandante” el que no se “desmerengaba” ante conspiraciones imperialistas o adversidades como las vividas en el llamado periodo especial.
Siempre agudo y con ideas profundas, busco descifrar el intríngulis del poder y pregunto en un discurso memorable que conmociono al mundo en 1979 ante la ONU, ¿para qué sirve la civilización, la conciencia humana y las naciones unidas? -Si permitimos que unos anden descalzos mientras otros viajan en lujosos automóviles, porque unos han de ser miserablemente pobres, mientras otros son inmensamente ricos- ¡Qué palabras!
Poseía un lenguaje florido que nunca fue regado con la demagogia de falsas promesas, solo buscaba el abrigo y protección de los que sufren la opresión de unos cuantos, ese era Fidel.
Hoy, el viento venció al roble; a Fidel Castro Ruz no se le llora ni se le extraña, al “Comandante” se le vive y aplaude, su legado es universal y no podemos pensar en su ausencia, debemos vivir su presencia, su espíritu e ideales están más vivos que nunca y permanecerán por generaciones, hoy, se abre una nueva página en este libro cósmico y hay que escribirla con letras de oro.
Los hombres brotan y se marchitan, pero nombres como el tuyo nunca morirán, que encuentras la paz querido hermano… ¡Hasta la victoria siempre!